La logística se enfrentó a los trastornos de su capacidad operativa mucho antes -y con menos anticipación- que el sistema de salud y, sin embargo, ofreció claras señales de maduración, robustez y solidaridad para estar a la altura de la demanda.

Por Flavio Davidovsky, gerente de Ingeniería y Proyectos de Loginter.

Al promediar el mes de abril de 2021, el número de contagios por Covid-19 bate récords diarios en Argentina. Sin embargo, a más de un año del comienzo del ASPO (Aislamiento Social Preventivo Obligatorio), allá por marzo de 2020, la actividad logística observa el pico de operaciones por el espejo retrovisor. 

Los volúmenes exponenciales, el colapso de los centros de distribución o los quiebres de stock ya son situaciones superadas. La logística se enfrentó a los trastornos de su capacidad operativa mucho antes -y con menos anticipación- que el sistema de salud y, sin embargo, ofreció claras señales de maduración, robustez y solidaridad para estar a la altura de la demanda.  

En lo social, esta pandemia nos obligó a eliminar de la rutina los saludos efusivos, los abrazos y los besos. Evitamos reuniones con seres queridos y las aglomeraciones en lugares cerrados. Dejamos de compartir el mate e, incluso, de juntarnos a comer un asado. Pese a todo esto, la actividad logística se acercó a la población como nunca antes en su historia. 

Los ciudadanos entendieron definitivamente el rol de los logísticos en la cadena productiva y de abastecimiento para toda la economía del país. También descubrieron su papel clave en el funcionamiento de una sociedad. Y, en plena aceleración del comercio electrónico, encontraron en la logística el eslabón adecuado para recibir permanentemente los productos que debía adquirir por el canal online debido al escenario pandémico. 

Efectivamente, el eCommerce fue la única manera de abastecerse de ciertos bienes e insumos y, sólo en Argentina, más de 2.5 millones de personas utilizaron medios de pago electrónico por primera vez en su vida; mientras que casi el 40% de las compras online lo realizaron nuevos clientes. 

La presión del eCommerce 

Durante la primera y más estricta etapa de la cuarentena, la mayoría de la población permaneció con restricciones para la libre circulación, muchos trabajamos desde casa y las clases en las escuelas fueron nulas durante 2020. La circulación de vehículos en los grandes aglomerados se redujo hasta un 80% en los primeros días del aislamiento obligatorio. 

En ese contexto, de manera justificada, los trabajadores logísticos quedamos incluidos como personal esencial y el comercio electrónico encontró inesperadamente una atmósfera casi ideal para su expansión acelerada:

  • Aumento promedio de 180% en pedidos/unidades para muchas categorías.
  • Calles prácticamente desiertas.
  • Libre estacionamiento.
  • Compradores dispuestos a esperar más tiempo del regular en las entregas.
  • Disponibilidad 7×24 para recibir sus compras en el domicilio.

La combinación de estos 5 factores resultó en un aumento de la productividad promedio de cada unidad de transporte de hasta un 60% por viaje. Los volúmenes de transacciones crecieron en 30 días a niveles que se esperaban para los próximos 2 años. Para soportar semejante explosión, además, los operadores logísticos incorporaron tecnología, implementaron remitos, facturas y firmas digitales entre otras soluciones de innovación.

Operativamente se sumaron nuevos turnos de trabajo, burbujas sanitarias y tecnología para la detección y rastreo de contactos estrechos dentro de los warehouses que permitieran evitar la propagación masiva del virus dentro de los centros de distribución.

Con éstas y adaptaciones más exigentes para la actividad diaria, el abastecimiento de insumos hospitalarios, alimentos, bebidas y hasta las propias vacunas se distribuyeron en forma eficiente, segura y sin interrupciones desde que comenzó la pandemia.

Es cierto, todavía queda mucho camino por recorrer para aprender, colaborar y compartir. De todas maneras, a partir de esta pandemia global, la logística argentina dio un salto cuali y cuantitativo sin precedentes.