Los servicios logísticos se han convertido en los últimos tiempos en un factor clave para el desarrollo exitoso de los negocios. Las alianzas, acuerdos y desarrollos conjuntos entre Dadores de Carga y Operadores Logísticos han permitido la implementación de estrategias largamente conocidas y de valor para ambas partes.
Esos esfuerzos que orientaron la profesionalización, el uso eficiente del capital y los recursos, la mejora de procesos y servicios al mercado, están siendo deteriorados por la complicada situación económica.
Desde hace más de dos años venimos enfrentando una inflación de costos que supera toda razonabilidad, al tiempo que lejos de reducirse se ha acelerado en los últimos meses. Solo los combustibles llevan acumulado un incremento del 31,56 % en lo que va del año. La mano de obra también ha tenido lo suyo, con un impacto en los primeros 5 meses del año del 6,15 %.
Estos dos insumos superan el 65% de la totalidad de los costos y el sector no tiene como controlarlos. En este contexto también pierden importancia los procesos de mejoras que históricamente apuntaban a la baja de costos o la mejora de la eficiencia. De acuerdo al último informe de la Universidad Tecnológica Nacional se acumula en los primeros 5 meses del año un aumento del 16,22 % de los costos logísticos incluidos el transporte y del 8,45 % sin este servicio.
Este mes se le sumara el resultado de las actuales negociaciones paritarias que seguramente estarán por encima del 30 %.
Como es de imaginar, un sector donde los márgenes de ganancias son bajos, no tiene más alternativa que plantear negociaciones periódicas con sus clientes con el objetivo que los precios oportunamente negociados no pierdan su valor.
Otro aspecto no menor, ha sido el aumento de los costos en financiar el capital de trabajo.
Con el aumento de las tasas apareció la dilación de los plazos de pagos empujando a los proveedores a asumir extra costos más allá de los informados en los índices de aumentos logísticos. Siendo la mano de obra y el combustible componentes del costo que se pagan con plazos más cortos.
Todos sabemos que para la mediana y pequeña empresa se hace difícil el financiamiento aun con tasas altas.
En este momento se suma un factor sumamente importante que es la relación entre nivel de actividad y eficiencia en el aprovechamiento de los recursos.
Durante las épocas de crecimiento el sector ha cedido en menores incrementos en sus negociaciones de compensación de precios, contra el aumento de los volúmenes.
Según informaciones que la Cámara de Operadores Logísticos releva sobre la actividad de sus empresas asociadas se observa una marcada caída en la mayoría de los sectores industriales a los que atiende.
Las caídas de los primeros 4 meses del año en los sectores más representativos, respecto del mismo periodo del año anterior son los siguientes:
Consumo masivo: -4,6 %
Automotriz: -17,9 %
Productos electrónicos y artículos para el hogar: -14,3 %
Farmacéuticos: -3,7 %
Si algo faltaba en la crítica situación, la caída de los volúmenes nos expone a una situación límite.
La industria automotriz, que es un fuerte demandante de servicios Logísticos, se encuentra en una crisis de la que no se conocen plazos para su regularización. La práctica de las terminales de soportar el 80 % del salario ante las suspensiones, sería imposible de sostener por un Operador. Esta situación nos lleva a una situación terminal que solo se resolverá temporalmente ante un acuerdo con los sindicatos y las terminales automotrices.
Nos queda por delante una situación aun más complicada, aumentos de paritarias, de combustibles, según fuera anunciado respecto de su recuperación a valores sin subsidio y finalmente nuevas caídas en la actividad.
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