Interesados por la innovación y productividad, el sector logístico reunió cerca de 1000 asistentes en el 9° Encuentro Profesional organizado por la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), que se realizó el 26 de abril en la sede de la Universidad Católica Argentina en Puerto Madero. Sin embargo, quedó claro que también estaban preocupados por las menciones de ciertos sectores empresariales e industriales sobre los costos logísticos y su incidencia en la competitividad de la economía.

Daniel Indart, Presidente de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), fue el primero en referirse al tema durante su discurso y señaló que “se habla mucho en los medios y otros ámbitos empresariales sobre los costos logísticos pero, como miembros del sector e integrantes de una cadena de abastecimiento, queremos dejar en claro a la sociedad que lo que se dice no es cierto”. Y explicó que “no somos formadores de precios y todos los componentes de nuestros costos que conforman las tarifas surgen de los impuestos que cobra el Estado, el elevado precio de los combustibles, los peajes y otras cargas laborales que, en conjunto, representan casi el 80% del costo operativo de nuestras empresas”.

Al respecto, Jorge López, Presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), coincidió en que “todo lo que se habla sobre costos logísticos es falso y nadie profundiza el tema”. Para el directivo, se somete al sector “a una campaña de información distorsionada, liviana y superficial, que acusa a la logística y al transporte de ser costosos, cuando el problema es mucho más profundo y general, vinculado al costo argentino generado por cargas impositivas, burocracias administrativas, costos laborales o de insumos, que nos colocan en desventaja respecto de otras economías”.

El titular de Cedol reconoció que se trata de un argumento que enfrentan desde el año pasado “cuando surgieron unas declaraciones de la Unión Industrial que daban cuenta de un informe en el que aseguraban que hace 10 años el costo logístico representaba el 10% del valor de un producto en góndola y, actualmente, esas cifras trepaban entre un 17% y 23%”. Con asombro, confesó López, “nos comunicamos con esa entidad para consultar las cifras y compararlas con los indicadores de costos que generamos hace más de 15 años con la certificación de una universidad nacional; pero para nuestro desconcierto, nos dijeron que en realidad los números se los había comentado un consultor. Esa es la seriedad y profundidad con que se lanzan afirmaciones sobre costos logísticos desde ciertos sectores y que después reproducen los medios”, lamentó. Por eso, dijo, “estamos comprometidos con la generación de debate para compartir con el mercado y así difundir mejores prácticas que favorezcan la productividad y competitividad de todos”.

Por su parte, Hernán Sánchez, Presidente de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog), fue preciso al marcar que “no se crece ni se sale de las crisis sin productividad”. Lamentablemente, reconoció, “esta fue una palabra casi prohibida en el ámbito empresarial local durante mucho tiempo y ahora debemos trabajar para cambiar eso porque la productividad genera riqueza, agrega valor y, sin ella, no seremos competitivos y nos iremos alejando cada vez más del mundo”.

Referente en la región

En lo que se refiere a logística, siguió Sánchez, “nuestro país es altamente productivo y somos una referencia permanente para la región. El problema que tenemos no está asociado a los procesos o la operación en sí, sino a deficiencias de infraestructuras y, sobre todo, a cuestiones de índole impositiva y administrativa”.

En sintonía, Juan Carlos Rodríguez, Presidente de la Asociación Latinoamericana de Logística (Alalog), confirmó que “Argentina marca tendencia para toda la región. Sus buenas prácticas logísticas se expanden a Brasil, Uruguay, Colombia o México; y eso ya se aprecia, por ejemplo, en los indicadores de costos logísticos que generó Cedol y que hoy intentan reproducir otros países del continente”. Por eso, remarcó, “que acá se hable de productividad e innovación es una buena señal para Latinoamérica”.

Nueva publicación técnica

En un contexto dominado por la reducción de costos, innovar permite sumar valor agregado y es un punto diferenciador para los operadores logísticos en el mercado. Por eso, la temática elegida para la edición del libro técnico que la Cámara lanzó este año se centró, precisamente, en la “innovación y productividad de las operaciones logísticas”. Durante el encuentro, los autores de la publicación -pertenecientes a distintas empresas miembros de Cedol-, repasaron los puntos centrales de sus capítulos y dejaron algunas conclusiones como: “trabajar con un sistema de calidad implica procesos documentados que reducen los desvíos; y al hablar de productividad, lo primero es conocer los procesos para evitar costos ocultos, costos de la no calidad. En definitiva, trabajar con calidad es más seguro y menos costoso”.

Asimismo, quedó en claro que “la innovación no se refiere sólo a la tecnología sino que innovar son formas, procesos, información, interacción, etc. Y su objetivo es estar a la vanguardia para lograr competitividad, por lo que debe estar alineado con la política principal de la logística, vinculada con atención al cliente”.

Reconocimientos y presencia internacional

Al igual que en ediciones anteriores, Cedol otorgó el Premio a la Trayectoria y, en esta ocasión, fue para el Ingeniero Enrique Vitale, profesional con extensa actividad en el mundo de los sistemas aplicados a la logística y el supermercadismo. Desde su puesto al frente de Código (actual GS1), Vitale fue un gran impulsor del sistema de codificación y código de barras, realizando un aporte clave a la innovación del sector.

Por otro lado, la donación anual que realiza la Cámara a una organización del tercer sector –esta vez de $85.000-, fue para el Club Atlético Virgen Inmaculada (CAVI) que, desde el corazón de Villa Soldati y a través del deporte, realiza un permanente trabajo en favor de la inclusión de los más chicos, con una idea-fuerza centrada en el concepto de prevención.

Por último, en la segunda parte del encuentro, se presentó Judith Giacchino, consultora internacional en operaciones y servicios de valor agregado, quien se refirió al auge de la logística inversa como práctica habitual en países desarrollados. “Se trata de una herramienta estratégica con beneficios que van desde la reducción del impacto ecológico hasta nuevos negocios”, comentó. También identificó al transporte de devoluciones, la refabricación de productos y su reventa, como “3 segmentos de oportunidad para nuevas actividades logísticas”; y destacó que “se trata de una realidad que puede traducirse en generación de dinero y que aporta a la relación con el cliente y su fidelización”.

Además, se refirió a la diferencia entre logística inversa y logística verde al señalar que “esta última se enfoca en actividades que tienen que ver con el impacto ambiental, mientras que la inversa se centra en lo comercial”. En cualquier caso, sintetizó la especialista, “al final del día, el secreto de la innovación en este tipo de operaciones no pasa por crear algo nuevo, sino por pensar fuera de la caja”. Y pronosticó que “en los próximos 5 años la logística inversa crecerá en Latinoamérica impulsada por el incremento de la venta online y la prestación de servicios cada vez más ecológicos”.