“En Francia se trabaja más de forma individual y luego se presentan los resultados, mientras que en Argentina se trabaja y se piensa en equipo”.

A sus 26 años, el joven francés Andéol de Grandmaison ya reúne cuatro experiencias profesionales en el sector logístico. Realizó un doble diploma en Administración de Empresas entre Francia y España, y más tarde completó un máster especializado en supply chain. La logística llegó casi por casualidad: era una materia optativa en su licenciatura y decidió probarla. Ese primer acercamiento marcó el rumbo. 

Durante su máster trabajó en el departamento de aprovisionamiento de una marca de indumentaria. Luego se incorporó a una empresa especializada en última milla. Desde hace casi un año forma parte del programa VIE (Voluntariado Internacional en Empresa), una iniciativa del gobierno francés que permite a jóvenes de entre 18 y 28 años realizar una misión profesional en el extranjero. Hoy se desempeña como Ingeniero de Proyectos de la Cadena de Suministro en ID Logistics Argentina.

En Argentina todo arranca con sonrisas, mate y el comentario picante que siempre resuena sobre la final de fútbol perdida. Esa mezcla hizo que su llegada fuera tan cálida como divertida. Desde su V.I.E. en ID Logistics, este joven francés cuenta cómo es adaptarse a la cultura local. 

-¿Qué te motivó a postularte al programa V.I.E. y elegir Argentina como destino?

-Me postulé por dos motivos. Primero, quería profundizar mis conocimientos en logística dentro de un sector dinámico y con mucho futuro. ID Logistics me atrajo por su fuerte énfasis en la excelencia operativa y su marcada apertura internacional, muy alineada con mis próximas ambiciones profesionales. Y segundo, quería vivir en Argentina, conocer de cerca una cultura tan fuerte. Este V.I.E. respondía tanto a mis intereses profesionales como a mi curiosidad personal.

-¿Cómo fue tu llegada al país y cuáles fueron tus primeras impresiones?

-La llegada fue muy sencilla porque todos fueron atentos desde el primer día. La empresa me apoyó en lo administrativo como la gestión del DNI y búsqueda del departamento. También y en lo profesional, con un onboarding ágil y visitas rápidas a los depósitos. Además recibí acompañamiento de la comunidad V.I.E., que enfrenta desafíos similares como vivienda, transporte o manejo de la moneda local. Me sorprendió positivamente el tono informal y casi amistoso con el que los colegas me recibieron. Eso hizo que la bienvenida fuera aún más cálida…. siempre que uno tolere las bromas por la final perdida.

-¿Qué diferencias y similitudes encontrás entre trabajar en Francia y en Argentina?

-En Francia se trabaja más de forma individual y luego se presentan los resultados; en Argentina, en cambio, se trabaja y se piensa más en equipo. También noté que los eventos políticos y económicos impactan muy rápido en las empresas, algo menos inmediato en Francia. En cuanto a similitudes, en ambos países se valora mucho el aspecto humano. El clima laboral suele ser agradable, con sonrisas y buena onda, a veces incluso un poco informal. Por ejemplo, en Argentina recibimos un mail cuando nace un hijo de un colega, mientras que en Francia la vida privada y profesional están más separadas.

-En tu rol como Ingeniero de Proyecto, ¿cuáles fueron tus principales desafíos?

-Al inicio, el idioma. En un trabajo tan analítico, donde hablamos mucho de números, me costaba entenderlos oralmente. También tuve que adaptarme a una cultura específica, con sindicatos que influyen en los costos operativos, inflación y una estacionalidad distinta. Por ejemplo, acá el Día de la Madre genera un pico enorme de demanda en empresas de perfumes, algo que en Francia no sucede del mismo modo. Incluso al cotizar ofertas, hay dimensiones culturales que voy aprendiendo día a día.

¿Qué tipo de proyectos desarrollás y cuál te resulta más interesante?

-Tengo dos misiones principales. La primera es el seguimiento de la implementación de innovaciones en los depósitos, lo que me permite conocer de cerca las últimas tendencias en logística. La segunda es la cotización de servicios de almacenamiento para potenciales clientes. Es mi favorita porque cada proyecto es diferente según el tipo de producto y la naturaleza de la empresa. Además, ofrece una visión transversal del negocio, desde el inicio hasta el final del proceso.

-¿Cómo imaginás que esta experiencia impactará en tu desarrollo profesional?

-Confirmó mi interés por la logística y el trabajo internacional. Aprendí que necesito ver las operaciones para darles sentido: no todo se puede hacer a distancia.

–Si tuvieras que definir el programa V.I.E. en una frase, ¿cuál sería?

-A través del trabajo, descubrir una nueva cultura y crecer profesional y personalmente.

-A nivel personal, ¿qué te llevás de esta experiencia?

-Este año quise salir de mi zona de confort y conocer una cultura en el día a día, no solo superficialmente. Aunque hay similitudes con Francia, acá aprendí a ser más informal, más abierto y a tomar las cosas con humor en vez de con fatalismo.

-¿Qué le dirías a otros jóvenes que están pensando en dar el salto y animarse a una experiencia internacional como la tuya?

-Es una experiencia increíble para vivir de joven, una especie de paréntesis que para algunos nunca termina. Lo recomiendo más que fuertemente: es una oportunidad única para crecer tanto humana como profesionalmente.